El papel pintado existe desde hace siglos. Pero en los últimos veinte años ha experimentado una apasionante reinvención. Impulsadas por la moda mundial de "todo se puede personalizar y se personalizará", las llamadas soluciones de pared única se han convertido en un elemento imprescindible del diseño de interiores. Colocar y retirar el papel pintado puede suponer un gran esfuerzo, lo que lleva a los consumidores a buscar ayuda profesional. Esto, por supuesto, aumenta el coste del producto final: una pared decorada.